..Un verso para Selene...

viernes, 10 de septiembre de 2010

Musa que leía



"Estaba leyendo a Mario Benedetti

Cuando su mirada me quito el leer

Quizá comencé a releerle en su mirada

O encontrarte en mis palabras

Mas no lo se, tal vez te miré..."


Musa que leía y mientras lee poetizo

Siempre le miro y fecunda en mí

Las sensaciones más extrañas que puedo recordar

Y si que me gusta poderle mirar

A tus ojos inquietos mientras lees

A tus manos que acarician ese libro que no es mío

A tus labios que se mueven al compás de la lectura

Y tu mirada que rehúye a mis ojos

Tus ojos me analizan cuando crees que no te veo.


Musa que leía

Siempre tú tan sometída a tus libros

Y yo tan devoto a mi filosofía

Si tu ciencia no es la poesía,

Yo se la trasformo en una ciencia poética

Quizá con un toque de sintética y de semiosis particular

Te vuelvo a mirar

Y no me miras

Bajas la mirada a ese maldito libro

Y a tus estudios estudiosos sobre la anatomía del amor

Y los malestares del corazón envenenado por poesía barata y amor ultrajado


Pero sin querer me miras

Subes tus benditos ojos del cuaderno

Ya muy gastado de tanta lectura

Y me sonrojo

Hago como que estoy escribiendo

Y haciendo que creas que no te miro

Tú tienes los ojos chinos de tanta lectura

Y yo las manos inquietas por el calor de tu mirada

Y cuando te volví a mirar

Estabas en tu libro ya vuelta encerrada


Musa que leías

Yo te miro

Yo me cruzo con tus ojos y tus ojos me desvían

Tú te cruzas en mis ojos

Y mis ojos te admiran

Y no tengo más versos para volver a la poesía

Yo con mis poemas

Y tú con tus libros de anatomía


Musa que leía

Yo que te contemplo tan devoto solo por el arte de mirarte

Tú que lees tanto y tan poco, porque he logrado distraerte

Y atraerme a ti como mi mirada a tus gestos

Musa que leía no me mires a los ojos

Que yo me sonrojo.

miércoles, 16 de junio de 2010

Luna en venta


"Con mi guitarra en la cama, ideas en la mente y sueños en el camino
me depojé de mis versos, de mis recuerdos y de lo vivido
para contemplar dicho astro que no volveré a mirar
hoy vendo la luna para quien le quiera comprar"

Hoy vendo la luna, porque ya no le quiero mirar
Ni declamar otro verso prófano en su recuerdo lunar
Ni extrapolar por las noches mientras los gatos maúllan por maullar
Hoy vendo la luna, porque me mudo, y no me la puedo llevar

Hoy vendo la luna que tantas noches me vio soñar
Que conoce mis sueños y esos deseos que no puedo pronunciar
Ni conversar solo conmigo, ella conoció mi esencia desnuda
Ella que me vio reír, llorar, crecer, salir y regresar

Hoy vendo la luna y los recuerdo que ella me trae
Las noches sin sueño, poemas en hojas de cuaderno
Mis musas plasmadas en las sabanas de satín
Los delirios de fiebre amorosa que me han hecho sufrir

Hoy vendo la luna y con la luna los poemas que volví a escribir
Que recuerdan a musa alguna que sin duda sabe vivir
Y no me recuerda, ni yo le recuerdo, pero esto nada quiere decir
En mis versos se plasma ese perfume de tus rosas celestes del jardín

Hoy vendo la luna y las noches que me hicieron sonreír
Entre copas, bohemia, versos y musas que te hacen vivir
Sabanas con aroma argentino, olor a rosas y jazmín
Recuerdos que mis manos vuelven a sentir

Hoy vendo la luna que me guía por las noches, que siempre a sido mi musa
Que me llora con lágrimas verde sal
Que regalé por una noche, para toda la eternidad
Que muchos versos, muchos sueños, muchos besos a podido contemplar

Hoy vendo la luna, por un módico precio para quien le quiera comprar
Está en oferta con mis versos, sueños, vidas y juegos
Ya no le quiero mas, ya no le necesito en mis noches
Si quiere se la regalo, pero no la olvides en una caja de zapatos

Hoy regalé la luna, pues ya no la quiero en mis ojos
Hoy me fui a la luna como un astro, como otro
Hoy tengo una casita lunar antisísmica y con tv. satelital
Hoy desde la luna te miro y luna te vuelvo a mirar.

jueves, 6 de mayo de 2010

Musa blanca


"Estaba sentado en un bus a talca, cuando miré a mi alrededor,
una muchacha ocultaba su mirada tras su cabello, pero no su esplendor,
quedaba su mano blanca al descubierto y eso llamo mi atención,
era una muchacha, que miraba cuando yo no le miraba
y me brindo un poco de inspiración"


Déjame contarte mi amigo poeta
Que en uno de esos viajes, en que viaja mi vida
Sentí una inspiración, proveniente de dos manos blancas y una mirada perdida
Cuéntese hoy la historia de la musa blanca, que sus ojos me escondía

Era una muchacha blanca, que ocultaba la mirada en su cabello
¿Qué sueños esconde esa niña blanca, que no me deja mirarle a los ojos?
Tenia aroma extranjero, quizá europeo y era blanca como el día
Te perdiste entre multitudes, pero su esencia sobresalía

Te miré, me miraste, pero nuestras miradas nunca se cruzaron
Quizá enamorado hubiese sido, por esa exótica niña blanca
Un par de palabras cruzadas, pero no nuestras miradas y te perdiste para siempre
Entre viajes y vías, quizá le encuentre otro día

Y si esa muchacha blanca hubiese sido la inspiración misma?
Quizá que canción esconde en su alma blanca,
Como sus manos, como su vida, quizá era poesía vestida de mujer
Que llego para entregarme y dedicarme el poema que mañana declamaré

Y si la muchacha blanca hubiese sido un fantasma?
Que simplemente me anda penando, un alma fantasmal que me hace recordar
Que las musas se murieron de mi jardín, como las rosas e mis escritos
Quizá me quería decir que no tengo musa, para volver a declamar

Y si la muchacha blanca, hubiese sido una criatura de la oscuridad?
Que no tiene alma y vaga entre las noches juega con las mentiras
Seduciendo a los poetas que buscan inspiración, para llegar a su cuello
Tomar ese dulce licor y llevarse los versos de pobres poetas que declamaron su amor.

Y si la muchacha blanca hubiese sido la luna, que no me quiere mirar?
Que sin palabras me lo dice todo, y entre versos describo y escribo su alma
Quizá no miraba, porque lloraba, aun me llora la luna con lagrimas verde sal
Quizá era la luna blanca, sin alma, con calma, que la amo a la distancia.

Y si la muchacha blanca fue un sueño, fue mi imaginación
Quizá no era europea, ni tenia manos blancas, menos mirada y visión
Quizá su canción se perdió entre la muchedumbre de la ciudad de día
Quizá este poeta cansado de versos sin musas, simplemente le soñó

Una musa blanca como el día, que sentada a mi lado y con manos blancas
No cruzamos miradas, pero las miradas sobraban en esta ocasión
No fui valiente para cantarle un cantar que gesta la luna
Quizá la vida me mando a cruzarme en su poesía y mirarle cuando no miró.

martes, 30 de marzo de 2010

Déjame









"En una discusión con la ironía
ella vestía de noche y yo era luz sin día
decidí decirle lo que decía, entre versos y siempre sonrisas
y gritarle ,agrietarle y quitarle , en un susurro,

eso tan suyo que en algún minuto
me pertenecía ."





Déjame nombrarte antes que mi voz se apague en la noche

Y llegue a las estrellas, entre astros y sin versos

Viaje en el silencio de las consonantes que suenan en tu nombre

Ya sin noche, ni luna, ni poesía que me declame tu venida


Déjame mirarte, mientras crees que no te estoy mirando

Y que mi mirada se pierda en el mar de tu pensar

Que yo alucine en sus sueños, en aquellos deseos que no has de pronunciar

Sonríes cuando ves que, otra vez, te vuelvo a mirar


Déjame buscarte y no encontrarte en la noche donde ya no hay noche

Ya no hay luna, ni versos, ni sombras, ni lo nuestro

O lo aquello, ajeno, déjame buscarte, perderme y no encontrarte

Seguir soñando, buscando, perdido


Déjame besarte la mano, para terminar en tu cuello, cansado

Y no digas mas palabras de las que nunca has pronunciado

Déjame que te tome la mano, déjame besarte con dulzura

No digas nada, dejemos que en luz, muera mi querida luna


Déjame desearte, como un loco, un adicto aquella sustancia exótica

Quizá caótica, mística, sustancia perfecta del complemento imperfecto

Déjame odiarte, por no tenerte, así mas quererte en este deseo existencial

Como una droga, un elixir que cura los males, ya no hay nada, solo tú


Déjame largarme, y no ser más un esclavo de tus recuerdos, un adicto de tus versos

Un mendigo de tus besos y un huérfano de tus caricias

Que tus palabras no me toquen, tus miradas no me contradigan

Déjame solo, para explicar con poesía un sentir que mi razón no explica.